sábado, 28 de abril de 2007

Las nuevas formas de control

Se puede distinguir entre necesidades verdaderas y falsas. "Falsas" son aquellas que intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión: las necesidades que perpetuan el esfuerzo, la agresividad, la miseria y la injusticia. Su satisfaccion puede ser de lo mas grata para el individuo, pero este contentamiento no es una condicion que deba ser mantenida y protegida si sirve para impedir el desarrollo de la capacidad( la suya propia y la de otros) de reconocer la enfermedad del todo y de aprovechar las posibilidades de curarla. El resultado es, en este caso, la euforia dentro de la infelicidad. La mayor parte de las necesidades predominantes de descansar, divertirse, comportarse y consumir de acuerdo con los anuncios, de amar y odiar lo que otros odian y aman, pertenece a esta categoria de falsas necesidades.
Estas necesidades tienen un contenido y una funcion social, determinados por poderes externos sobre los que el individuo no tiene ningun control: el desarrollo y la satisfaccion de estas necesidades es heterónomo. No importa hasta que punto se hallan convertido en algo propio del individuo, reproducidas y fortificadas por las condiciones de su existencia; no importa que se identifique con ellas y se encuentre a si mismo en su satisfaccion. Siguen siendo lo que fueron desde el principio; productos de una sociedad cuyos intereses dominantes requieren la represión.
El predominio de las necesidades represivas es un hecho cumplido, aceptado por ignorancia y por derrotismo, pero es un hecho que debe ser eliminado tanto en interes del individuo feliz, como de todos aquellos cuya miseria es el producto de su satisfaccion.

jueves, 26 de abril de 2007

Pantalla del mundo nuevo


La ciudad del mundo nuevo
duerme su sueño de paz,
ve la vida en un video
y se le va la vida, creo.

Megáfonos recomiendan,
use máscara de gas,
hay oxígeno vencido
en esta farsa de la paz.

Humanoides disidentes
viven la alerta total,
y heroicos sobrevivientes
darán el golpe final!.

Mareado de novedades
tambalea el mundo nuevo,
y hay un hambre de verdades
que se fueron de paseo.

Hay hordas de chicos malos,
con sus camperas de cuero,
y metales brillan al sol,
provocan el mundo nuevo.

La pantalla me lo cuenta con mi desayuno,
y es probable que no quede ninguno.

La rodean nuevos seres
de dureza incomprensible,
y negocian en una mesa
sus aventuras horribles.

Hay brillo en ojos malignos
aguardando la señal,
e inventaron nuevos siglos
para las huestes del mal.

Hay rehenes voluntarios
en el asiento de atrás,
y hay profetas visionarios, millonarios
para los que seremos más!.

Te deseo mucha suerte
ser humano del pasado,
el cambio será fatal
y tu mundo nuevo... usado.

Desde cuando estamos en el ya repetido mundo nuevo? Y el mundo viejo, ese que tal vez vendrá , será? será realmente.?


sábado, 21 de abril de 2007

A solas con todo el mundo

La carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al otro
pero siguen
buscando
de cama
en cama.

La carne cubre el hueso
y la carne busca
algo mas que carne.
No hay ninguna posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
Nadie encuentra jamas
al otro.

Los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan

nada mas
se llena.


CHARLES BUKOWSKY

La bahia del silencio

En su cruel, acerada entraña, Buenos aires oculta obstinadamente sus yacimientos humanos mas complejos y mas originales. La ciudad solo muestra sus vegetaciones externas, tan monocordes e iguales entre si, inconfesas, calladas. La piel de otras urbes extiende ante los ojos del caminante sus manchas de color, y aqui y alla es facil presumir la existencia de tal o cual habito diferente, vario, de conducta, de vida, de lengua; la piel de la nuestra en cambio no desarrolla sino su constante, palido, unico y reticente matiz.

Parece que su ley mandara a sus habitantes tornarse todos iguales-- todos blancos de silencio e interior desierto.

Todo lo guardan so capa de optimismo y fuerza y viril denuedo; Y entre tantos luchadores altivos e inconfesos, solo de tiempo en tiempo se desliza, acusandolos como el tono blanco acusa en una tela la profundidad de la contigua sombra, un absorto , un triste, un espectro desencantado.

He aqui una ciudad llena de hombres en busca de su voz.

Ignoran los matices entre el grito y la confidencia, los grados que median entre la risa y el llanto; Tan pronto parecen jugetones gigantes, como muertos. Muertos, eso si, impetuosos; fantasmas corpulentos.

Fantasmas, ¿no lo eramos nosotros casi tanto? Yo , por lo menos, me hundia cada vez mas en preocupaciones cuya radicaicon, cuyo poloestaban fuera del mundo necesario y cotidiano.



EDUARDO MALLEA - La bahia del silencio.