domingo, 6 de mayo de 2007

A terminar de pasar

La felicidad borrada, los animos borrados, todo yo, borrado. Entre las calles, mas bien por la vereda, circula un trozo de carne torpe y endurecido, sin gracia, sin hormigas, por la vereda, mas bien debajo de los autos, por las calles. Habia llovido y en esas calles del centro de la ciudad se olia aún.se veia, hasta se creia estar algo muerto, por lo que habiamos estado supuestamente , vivos.

jueves, 3 de mayo de 2007

Preambulo para dar cuerda al reloj

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan - no lo saben, lo terrible es que no lo saben- te regalan un pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a compara tu reloj con los demas relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te afrecen para el cumpleaños del reloj.

Julio Cortázar.