sábado, 23 de junio de 2007

Apasibles pinos entre crudas montañas de piedra verde y naranja

En el fondo de mi corazon yo estaba solitario. No me podia soportar a mi mismo, y estaba solitario. No podia soportar lo que hacia. Lo que hacia se me antojaba demasiado poco, y no me parecia merecer mi estimacion. Un espacio nuevo en declive requiere nuevos hombre ascendentes. Yo no era uno de ellos. Yo no trabajaba bastante, no producia bastante y, ademas, era un literato, lo que equivale a decir , una madeja de hilo tan delgada que es practicamente inutil. Claro que los demas, los utiles visibles, tambien son inutiles; inutiles las largas cadenas de soñolientos profesionales, de hombres en funcion de exteriores funciones, inutiles las vegetantes mayorias. Yo me sentia lejos de toda fertilidad posible, sin siquiera lazos humanos bastante fuertes, resistentes a las contingencias, los desalientos y los fracasos. En el fondo de mi corazon, yo estaba solo.
Algunos dias, ante el papel, trabajaba sin descanso, desde la medianoche hasta el amanecer.¡Me sentia tan exaltado y tan necesitado de comunicar esa exaltacion; me sentia tan lleno de dudas y con tanta necesidad de comunicar esas dudas; me sentia tan habitado de esperanzas y con tanta necesidad de comunicar esas esperanzas! Trabajaba. Al cabo del dia releia las paginas escritas y me parecian nulas. Estaba seguro de que iban a atraer " aplausos" sobre su espontaneo vigoroso ritmo ( eso si, si llegaban a ser vista o llegaban a tocar la luz que es tocada por los cajones)--¿pero es que suplian esos aplausos la vocacion esencial de comunicar a los otros el grano util, la nutritiva porcion? ¿ Hasta que punto no era todo eso mas que la liberacion mas o menos pura de un exceso personal de inquietud? Por instantes, en esos lapsos de duda, lo que me traia mas aliento era pensar que segun la famosa progresion platonica, la cura del alma, y por consiguiente su comun eficacia, se estrucutura en un escalonamiento gradual que va desde lo mas bajo hasta lo mas alto, desde el amor a las cosas mas bellas hasta el mas alto amor inteligible.Pero a los quince años las compesaciones metafisicas no son una compesacion famosa. Las compesaciones verdaderas nos vienen directamente del resultado de la accion, directamente desde la raiz de la experiencia. Por otra parte como podia actuar sino mediante una accion especificamente intelectual, dado que no solo me daba nauseas la politica actual y modernosa, sino que los cuadros, los partidos estaban podridos hasta la medula y de su primitivo dogma solo ofrecian una cantante nulidad.
La mayoria de la gente me interesa poca cosa, o nada. La masa de facciones y almas en serie provocaban en mi una grande penumbra, una sed de dejarlos pronto e ir en busca de las indoles lucidas, en busca de la gente viva, de los que ascienden por dentro con el solo goce y la sola fuerza de su propia infatigable a la disolucion y los externos obstaculos. En torno a mi todo era familiar y un poco lento. La urgencia de respirar aire nuevo me llevaba a veces a paseos largos por el recinto de mi soledad. Alli no habia de consolador mas que las aspiraciones, pero un bosque poblado de apasibles pinos es un buen lugar para descanzar de las palabras.
Escribí un largo relato que al terminarlo quemé inmediatamente. Era la historia de una pareja que vivia en el polar aislamiento de un valle de altura y a la que al cabo de algunos años la soledad acababa por enmohecer y dividir. El lento proceso del odio, el nacimiento del hongo arido me produjo, al describirlo, una gran desesperacion, una fuerte y triste amargura. Como nunca, reclamaba mi entraña el calor del afecto.